Azucar Invertido
El azúcar invertido evita la cristalización de los helados, les aporta cremosidad, y además se utiliza en repostería porque hace que las masas se mantengan esponjosas más tiempo.
Pero no sólo eso, tiene más cosas buenas: Se hace rápido y fácil. Es barato.
Una vez hecho dura mucho tiempo, hasta varios meses en la nevera.
Sólo hay que sustituir un tanto por ciento del azúcar que vayamos a usar en
nuestra receta por azúcar invertido y la mejorará bastante.
Para los helados,
sustituimos entre un 20 y un 30%
Para los bizcochos (magdalenas,
brioches...) sustituimos un 20%
Para las masas fermentadas, sustituimos entre un 50
y 70%
Sólo necesitamos 150 ml agua, 350 g de azúcar y dos sobres de
gasificante de mercadona (uno blanco y uno morado).
En un cazo ponemos a calentar agua con el azúcar, removiendo bien hasta que se
disuelva. Cuando el agua empiece a humear (sin hervir) le echamos el sobre
blanco, apartamos del fuego y seguimos removiendo. Esperamos un par de minutos
para que baje la temperatura un poco y añadimos el sobre morado. Hace una
espuma, esperamos que desaparezca y dejamos enfriar.
Ya está listo para usar o guardamos en un bote de cristal hermético.
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